EL PERSONAJE: La más famosa de las bailarinas de la primera mitad del siglo XX, con más de dos décadas representando como nadie la muerte del cisne, se convirtió en mito, al morir por causa de una pulmonía que segó su vida en el momento álgido de su carrera.
Anna logró cambiar la estética de la bailarina, que hasta entonces solía ser una mujer corpulenta y musculosa, por una figura de apariencia delicada y frágil, ideal para papeles como "El Lago de los Cisnes", "Giselle" o "Copelia".
Consiguió aumentar la popularidad de la danza ya que, lejos de creerse una bailarina para las clases privilegiadas, a Pavlova le gustaba actuar en cualquier lugar donde el público quisiera verla. Siempre decía:
"Quiero bailar para el mundo entero"
Pero la fragilidad de la danza es sólo una apariencia. Es un mundo durísimo lleno de sufrimiento y voluntad. Los ensayos interminables, las heridas en los pies, el cuerpo siempre al límite, la exigencia de los profesores, el deseo constante de abandonar. Pero todo ello se olvida cuando se levanta el telón.
BIOGRAFÍA: Anna Pavlovna Pavlova nació en San Petersburgo (Rusia) el 31 de enero de 1882. Muerto su padre cuando la niña tenía dos años, Anna pasó la infancia con su madre en Ligovo, en pleno campo.
Con diez años consiguió ingresar en la Escuela de Ballet del Teatro Mariinsky de San Petersburgo, donde recibió formación durante siete años.
Debutó el 1 de julio de 1899 con "La Virgen Vestal".
En 1905, su amigo Michael Fokin creó para ella el ballet "La Muerte del Cisne" que se convertiría en el más famoso de la Historia. El éxito de la obra dio como resultado que obtuviera el puesto de PRIMA BALLERINA. A partir de 1907 comenzó a actuar en el extranjero (Dinamarca, Alemania, Checoslovaquia, Francia, Austria, etc.), consiguiendo fama mundial en poco tiempo.
Tras una corta temporada con Serguei Diaghilev creó su propia compañía, en febrero de 1910, y se instaló en Londres. Actuaba tanto en el Palace Theatre de esta ciudad como en el Teatro Mariinsky de San Petersburgo.
En septiembre de 1914 marchó a Estados Unidos, donde contaba con amigos como Charlie Chaplin o Douglas Fairbanks, quien la había filmado en 1912
Realizó giras Por Canadá y México, donde coincidió con Pau Casals, ambos unidos por una mutua admiración.
Al finalizar la I Guerra Mundial, volvió a instalarse en su casa de Londres (Ivy House) y se dedicó a realizar giras por todo el mundo.
Anna Pavlova murió el 23 de enero de 1931 como consecuencia de una gripe mal curada que se complicó en neumonía. En plena agonía pronunció sus últimas palabras: "Preparad mi vestido de cisne"
Fotos: Dominio público (Wikimedia Commons)
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