En el siglo XV el mejor aglutinante era el religioso, y qué mejor que una niña "iluminada" y "elegida" por Dios para enfervorizar a las masas. Claro que, una vez conseguidos los objetivos políticos y militares, este icono se podía llegar a convertir en una molestia...
BIOGRAFÍA: Juana nació en 1412 en Donremy (Francia). Su padre, Jaime de Arco era un campesino acomodado y su madre, muy religiosa, educó a su hija en la fe cristiana. A los 13 años Juana explicó a sus padres que había visto al Arcángel San Miguel, a Santa Catalina y a Santa Margarita que le dijeron que debía llevar una vida piadosa y que su misión sería "salvar a la Nación y al Rey".
En concreto, debía dirigir un ejército francés, coronar como rey en Reims al delfín Carlos, primogénito de Carlos VI de Francia y expulsar a los ingleses del país. Finalmente su tío la llevó a ver al comandante del ejército de Vaucouleurs (1428), quien no se creyó su historia y la devolvió a su casa.
Unos meses después, y ante una derrota profetizada por Juana, el comandante Roberto de Baudricourt la mandó a Chinon con una escolta para informar al delfín Carlos acerca de la naturaleza de su misión. Este decidió concederle audiencia, pero se escondió entre la gente, poniendo a otra persona en su puesto. Esta treta no engañó a la joven, que se dirigió directamente a Carlos.
Esto y lo que le reveló Juana le convenció para ponerla al mando de las tropas que consiguieron derrotar a los ingleses, levantando el sitio de la ciudad de Orleans (8 de mayo de 1429). Como capitana de las tropas continuó luchando hasta lograr que se produjera la coronación de Carlos VII de Francia el 17 de julio de 1429.
Hasta aquí la heroína.
Se dice que Juana sintió su misión terminada pero no se lo permitieron, así que continuó en la lucha, primero en el fallido ataque a París en septiembre de 1429 y, a continuación en el asedio a Compiègne, donde fue hecha prisionera por los borgoñones el 24 de mayo de 1430.
Vendida a los ingleses por 1.000 monedas de oro, fue juzgada en Ruan por un tribunal eclesiástico con la típica acusación de brujería, condenada a la hoguera, y quemada el 30 de mayo de 1431, con 19 años.
Juana de Arco fue rehabilitada por el Papa Calixto III, a petición del rey Carlos VII. Fue beatificada en 1909, canonizada en 1920 y proclamada patrona de Francia ese mismo año.
Esto y lo que le reveló Juana le convenció para ponerla al mando de las tropas que consiguieron derrotar a los ingleses, levantando el sitio de la ciudad de Orleans (8 de mayo de 1429). Como capitana de las tropas continuó luchando hasta lograr que se produjera la coronación de Carlos VII de Francia el 17 de julio de 1429.
Hasta aquí la heroína.
Se dice que Juana sintió su misión terminada pero no se lo permitieron, así que continuó en la lucha, primero en el fallido ataque a París en septiembre de 1429 y, a continuación en el asedio a Compiègne, donde fue hecha prisionera por los borgoñones el 24 de mayo de 1430.
Vendida a los ingleses por 1.000 monedas de oro, fue juzgada en Ruan por un tribunal eclesiástico con la típica acusación de brujería, condenada a la hoguera, y quemada el 30 de mayo de 1431, con 19 años.
Juana de Arco fue rehabilitada por el Papa Calixto III, a petición del rey Carlos VII. Fue beatificada en 1909, canonizada en 1920 y proclamada patrona de Francia ese mismo año.
No hay comentarios:
Publicar un comentario