EL PERSONAJE: A Marita Lorenz se le daba bien enamorar a los dictadores, ya que fue capaz de enamorar al mismísimo Fidel Castro, pero también al venezolano Pérez Jiménez, Presidente de la República de Venezuela entre 1953 y 1958. Según Marita, una cosa unía a ambos dictadores, un ego sin límites:
"Uno pensaba: Cuba soy yo. El otro decía: Venezuela soy yo"
Habiéndose quedado embarazada de Fidel, a los siete meses fue secuestrada y se le practicó un aborto. No está muy claro si fueron agentes cubanos o estadounidenses pero el caso es que acabó reclutada por la CIA para asesinar al dictador cubano.
Le proporcionaron 2 pastillas para que se las pusiera en el café. Las pastillas se hallaban ocultas en un tarrito de crema facial. La misión no se llevó a cabo porque parece ser que las pastillas se disolvieron en la crema y no fue posible realizar el asesinato. Por si acaso, tiró la crema por el desagüe.
En sus memorias, la justificación no cuadraba con lo dicho anteriormente:
"Reflexioné que si había algo a lo que no tenía derecho, era quitarle la vida a alguien por razón alguna, y menos, por la política, que además a mí me importaba un carajo"
BIOGRAFÍA: Marita Lorenz nació en Bremen (Alemania) el 18 de agosto de 1939 siendo sus padres, el alemán Heinrich Lorenz capitán alemán y, su madre, una estadounidense llamada Alice June.
Sospechas de espionaje debido a su nacionalidad llevaron en 1944 a Alice y a Marita al campo de concentración de Bergen-Belsen, donde ambas sobrevivieron hasta el final de la II Guerra Mundial. Asimismo, su padre fue despojado de su cargo y rebajado a teniente comandante.
Tras la Guerra, el matrimonio se trasladó con su hija Marita a Nueva York trabajando ambos para la CIA. En febrero de 1959, Heinrich Lorenz, como capitán de un crucero de lujo entró en el puerto de La Habana. Quiso la casualidad que la hija de Lorenz, una bella Marita de 19 años se encontrara a bordo y que Fidel Castro estuviera en el puerto, inspeccionando las instalaciones.
Ella quedó impresionada con Fidel cuando su padre la presentó al líder cubano y él, consiguió su número de teléfono de Nueva York. Sólo siete días después, la muchacha recibió una llamada de Fidel pidiéndole que viajara a La Habana. Ella no dudó en aceptar. Con la original tapadera de secretaria, se convirtió en amante de Fidel. Tras siete meses de relación, Marita estaba embarazada. Lo que sucedió a continuación fue un sorprendente secuestro, para drogarla y provocarle un aborto. Al poco tiempo Marita regresó a Nueva York, tras la ruptura con Fidel, y supo que la CIA estaba muy interesada por contratarla, según un informe de la organización de mayo de 1960.
Reclutada por el agente Frank Sturgis, se le encomendó la misión de envenenar al líder cubano. Dicha misión fracasó, como he explicado anteriormente. En 1961 Marita tuvo relaciones con el expresidente venezolano, Marcos Pérez Jiménez, al que conoció en Miami Beach (Florida). De esta relación quedó una hija, Mónica Mercedes.
En 1970, Marita contrajo matrimonio con Mark Yurasits, agente del FBI, con quien tuvo un hijo, Mark. Se dedicó entonces a trabajar en un edificio de apartamentos de Nueva York donde espiaba a diplomáticos del bloque comunista.
Posiblemente relacionada con el asesinato del presidente estadounidense John F. Kennedy, fue citada a mediados de los años setenta por el Investigation Comitee, perdiendo por esta causa su trabajo en el FBI.
En 1993 publicó una autobiografía llamada "Mi Vida, mi Amor, mi Traición". Marita Lorenz murió en Oberhausen (Alemania), el 31 de agosto de 2019, como consecuencia de un paro cardíaco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario