🧟‍♀️🔪🤷‍♀️ THERESA KNORR | ODIO DE MADRE | ASESINA Y TORTURADORA DE SUS PROPIOS HIJOS

EL PERSONAJE: Asombrosa e inexplicable la historia de esta mujer, que alcanzó el nivel 22, el máximo, según el ÍNDICE DE MALDAD desarrollado por el Dr. Stone y que corresponde a "asesinos psicópatas y torturadores en los que la tortura es su principal motivación". Son los más crueles.

Pero lo más increíble de esta terrible maldad, es que Theresa la aplicó a sus propios hijos.
Contrajo matrimonio en cuatro ocasiones. Al primer marido lo asesinó pero logró salir absuelta. Los otros tres matrimonios acabaron en divorcio: Robert Knorr (1966-1970), Ronald Pulliam (1971-1972) y Chet Harris (1976-1976). 

De estos matrimonios fracasados quedaron 6 hijos a cargo de ella. La tendencia a la brutalidad de esta mujer se vio agravada por la frustración, el alcohol y los desórdenes alimenticios. Sus hijos hubieron de soportar increíbles malos tratos que acabaron con dos hijas cruelmente asesinadas y tremendos daños psicológicos para los que quedaron.

BIOGRAFÍA: Theresa Jimmie Francine Cross nació en Sacramento (California) el 12 de mayo de 1946
Sufrió una dolorosa experiencia cuando a la edad de 15 años falleció su madre, a la que estaba muy unida.
Al año siguiente, contrajo matrimonio con Clifford Clyde. No funcionó la relación y, a pesar de tener un hijo (Howard), la pareja iba de pelea en pelea, de manera que Clyde decidió abandonar a su mujer. Pero esto es algo que Theresa  no iba a permitir así que, durante una ataque de furia le disparó en el pecho. Alegar defensa propia y estar embarazada de la que sería su hija Sheila facilitó su absolución.
En 1966 contrajo otra vez matrimonio con Robert Knorr. Estaba embarazada de la que sería su tercera hija, Susan, que nació en marzo de ese año. Sus siguientes hijos fueron: William (1967), Robert (1968) y Terry (1970).

El continuo aumento de peso de Theresa le provocó tal frustración que empezó a culpar a su hija Susan de ser la causa. Alegaba que estaba poseída por el diablo y, como venganza, la obligaba a ingerir enormes cantidades de pasta con queso derretido. La tortura se completaba al hacerla sentar en el suelo de la cocina y ponerle la olla ardiente entre las piernas y obligarla a comérsela entera mientras se quemaba. La policía no dio crédito a Susan cuando, en la única ocasión en que logró escapar de su casa e ir directamente a denunciar a su madre, ésta alegó que su hija necesitaba ayuda psiquiátrica.

Poco después, al regresar Susan a casa, Theresa golpeó  a su hija en el comedor de casa, ante la presencia de sus hermanos, a quienes obligó a que también le pegaran.  Incapaz de dominar su ira, disparó a su hija en el pecho. Como evidentemente no podía llevarla a un hospital, intentó operarla ella misma con la ayuda de su hijo Robert, extrayendo la bala que había quedado alojada en la espalda mientras le infligían terribles dolores. A pesar de las ingentes cantidades de antibióticos que le administró, la herida se infectó y Susan entró en coma. Theresa, harta del problema, amordazó a Susan,  la metió en el coche junto con sus otros hijos y la llevaron a un descampado donde la rociaron con gasolina, la quemaron viva y la abandonaron.

Necesitada de dinero, obligó entonces a su hija Sheila a prostituirse. Ésta, en vista de lo que le había pasado a su hermana, se apresuró a obedecer. El problema empezó cuando Theresa pensó que Sheila estaba embarazada. Como la madre no pudo hacerla confesar, la golpeó y la encerró en un armario.

Obligó a sus hermanos a vigilar la puerta y les prohibió que le dieran comida o bebida. El terrible calor provocó que muriera deshidratada. Metieron el cuerpo en una caja y la tiraron en algún ligar de la montaña. Para borrar cualquier prueba del asesinato obligó a su hija Terry a echar gasolina en la casa e incendiarla.

Los bomberos dictaminaron que el fuego había sido provocado. Los hijos de Theresa huyeron todos menos Robert, el menor, que acabó asaltando un bar y cometiendo un asesinato. Terry, 9 años después de la muerte de Sheyla, denunció a su madre por sus asesinatos. Theresa fue detenida y se declaró culpable para evitar la pena de muerte. Acabó siendo condenada a dos cadenas perpetuas.
Fotos: Cortesía oficial site film "The Aflicted"