Este comportamiento tiene un nombre: "Síndrome de Medea", una tragedia griega que cuenta la historia de la sacerdotisa Medea, esposa de Jason. Este la abandonó por la hija del Rey de Corinto. Medea decidió como venganza, sacrificar la vida de sus hijos. Esta práctica fue habitual en el Imperio Romano hasta el siglo IV ya que la ley (Patria potestas), otorgaba el derecho al padre de matar a sus propios hijos.
No es, sin embargo, el Síndrome de Medea aplicable al asesinato de Judith Barsi. El problema de Josef Barsi era el "narcisismo", que se define como la necesidad de reconocimiento continuo, la falta de empatía, los aires de grandeza, la búsqueda crónica de admiración y una vanidad sin límites.
Los narcisistas están convencidos de que son únicos y que merecen un tratamiento especial.
¿Qué sucede cuando un narcisista es padre de un niño de éxito?
Los padres narcisistas pueden poner grandes expectativas en sus hijos, a quienes empujan para lograr grandes éxitos en los estudios, el deporte o el cine. Si los hijos no lo consiguen, estos padres suelen "desconectar" y desentenderse del hijo. Pero si tienen éxito, se vuelven absolutamente controladores, creyéndose dueños del éxito de su hijo. A la mínima señal de rebeldía se produce el conflicto.
También hay padres narcisistas que, simplemente, no soportan que un hijo tenga más éxito en la vida que ellos. Hay un componente de envidia que suele aparecer durante la adolescencia del hijo cuando empieza a brillar, en contraste con la entrada en la madurez de los padres. Algunos padres ven a sus hijos como rivales y compiten con ellos para seguir siendo el "macho alfa", y algunas madres, intentando "ser la más guapa" de la familia, en competencia directa con las hijas.
La envidia emanada de un padre o madre narcisista, puede ser una de las fuerzas más destructivas para un hijo.
Judith tenía un gran futuro por delante, aunque ya tenía un buen curriculum con 70 anuncios, 3 telefilmes y 5 películas, llegando a ganar 100.000 dólares al año. El éxito, y la desobediencia de su hija y su esposa, fue algo que el narcisista Joseph Barsi no pudo soportar.
BIOGRAFÍA: Judith Eva Barsi nació en Los Ángeles (California), el 6 de junio de 1978. Sus padres fueron Josef Barsi y Maria Virocaz.
Josef logró escapar de Hungría en 1956, ante la ocupación soviética y se estableció en Nueva York en 1964. Más adelante se dirigió a California, donde conoció a Maria que también era originaria de Hungría. Contrajeron matrimonio y se quedaron a vivir en Los Ángeles.
María quería que su hija fuera actriz y logró que fuera escogida con cinco años para interpretar el papel de Kimberley MacDonald en "Fatal Vision". A continuación se convirtió en la niña de moda, grabando más de 70 anuncios comerciales. Su pequeña estatura, que hacía que pareciera aún más pequeña, gustaba a los directores de casting.
Judith apareció en algunos papeles de estrella invitada para series de televisión ("Cheers", "Cagney & Lacey", "Punky Brewster") y también en varias películas, como "Tiburón, la Revancha" (1987). Incluso puso su voz en personajes como Ducky en "The Land Before Time" y Anne-Marie en "Todos los Perros van al Cielo". Judith ganaba alrededor de 100.000 dólares al año y dio a su familia la posibilidad de comprar una casa en West Hills (Los Ángeles).
A medida que Judith se hacía más famosa, su padre se iba hundiendo en una espiral de envidia, celos y alcoholismo. Empezó a amenazar con asesinar a su mujer y a su hija y luego suicidarse. Las amenazas y las mentiras, cuando se dicen mucho, acaban pareciendo normales. En diciembre de 1986, María denunció estas amenazas y malos tratos, que fueron desestimados por la policía.
Como consecuencia de los malos tratos que ejercía el padre sobre madre e hija, Judith empezó a desarrollar un comportamiento extraño. Un psicólogo infantil denunció los daños físicos y emocionales a los Servicios de Protección Infantil. La investigación quedó paralizada al declarar María que se iba a divorciar y que se mudaría a un apartamento. Fue demasiado tarde.
Judith Barsi murió en Canoga Park (Los Ángeles, California), el 25 de julio de 1988, cuando su padre le disparó en la cabeza mientras dormía. A continuación asesinó a María y estuvo dos días en la casa con los cuerpos. Finalmente, los roció con gasolina y los quemó. Luego se disparó un tiro en el garaje.
Fotos: Cortesía oficial site Judith Barsi
Josef logró escapar de Hungría en 1956, ante la ocupación soviética y se estableció en Nueva York en 1964. Más adelante se dirigió a California, donde conoció a Maria que también era originaria de Hungría. Contrajeron matrimonio y se quedaron a vivir en Los Ángeles.
María quería que su hija fuera actriz y logró que fuera escogida con cinco años para interpretar el papel de Kimberley MacDonald en "Fatal Vision". A continuación se convirtió en la niña de moda, grabando más de 70 anuncios comerciales. Su pequeña estatura, que hacía que pareciera aún más pequeña, gustaba a los directores de casting.
Judith apareció en algunos papeles de estrella invitada para series de televisión ("Cheers", "Cagney & Lacey", "Punky Brewster") y también en varias películas, como "Tiburón, la Revancha" (1987). Incluso puso su voz en personajes como Ducky en "The Land Before Time" y Anne-Marie en "Todos los Perros van al Cielo". Judith ganaba alrededor de 100.000 dólares al año y dio a su familia la posibilidad de comprar una casa en West Hills (Los Ángeles).
A medida que Judith se hacía más famosa, su padre se iba hundiendo en una espiral de envidia, celos y alcoholismo. Empezó a amenazar con asesinar a su mujer y a su hija y luego suicidarse. Las amenazas y las mentiras, cuando se dicen mucho, acaban pareciendo normales. En diciembre de 1986, María denunció estas amenazas y malos tratos, que fueron desestimados por la policía.
Como consecuencia de los malos tratos que ejercía el padre sobre madre e hija, Judith empezó a desarrollar un comportamiento extraño. Un psicólogo infantil denunció los daños físicos y emocionales a los Servicios de Protección Infantil. La investigación quedó paralizada al declarar María que se iba a divorciar y que se mudaría a un apartamento. Fue demasiado tarde.
Judith Barsi murió en Canoga Park (Los Ángeles, California), el 25 de julio de 1988, cuando su padre le disparó en la cabeza mientras dormía. A continuación asesinó a María y estuvo dos días en la casa con los cuerpos. Finalmente, los roció con gasolina y los quemó. Luego se disparó un tiro en el garaje.
Fotos: Cortesía oficial site Judith Barsi
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