EL PERSONAJE: Que la necesidad agudiza el ingenio es algo sabido. El ingenio es la capacidad que tiene una persona para imaginar o inventar cosas combinando con inteligencia y habilidad, los conocimientos que posee y los medios de que dispone. Si además del ingenio tienes capacidad de observación y un poco de suerte, puede que descubras algo que cambiará tu vida.
Algo así le sucedió a Mary Peck Butterworth quien, madre de 7 hijos y arruinada, se dio cuenta que una plancha que había quedado sobre un periódico, había dejado impreso en una camisa parte del texto. Eso fue la capacidad de observación y la suerte. Y ahora viene el ingenio. Mary imaginó que, si había funcionado el sistema de la plancha con un periódico, ¿qué pasaría si se dejara una plancha sobre un billete y luego se pusiera sobre un papel en blanco?
Pues que se convirtió en una de las personas más ricas de Nueva Inglaterra. Y es que claro, el no saber parar a tiempo tiene consecuencias. Se puede uno morir de hambre, pero también de éxito.
BIOGRAFÍA: Mary Peck Butterworth nació en Rehoboth (Massachusetts, Colonia de la Corona Británica), el 27 de julio de 1686. Contrajo matrimonio con un granjero, John Butterworth y tuvieron siete hijos.
Las cosas no iban bien pues llegó un momento que John no podía mantener a su familia y, además, las propiedades embargadas anunciaban un futuro muy negro.
Un buen día de 1716, Mary estaba almidonando la ropa de sus hijos cuando dejó la plancha sobre un periódico que se encontraba un poco humedecido. Al volver a apoyar la plancha sobre una camisa, quedaron impresas las páginas del periódico.
Se le ocurrió aplicar esta técnica a la fabricación de billetes, teniendo la precaución de eliminar el paño de tela almidonada. Empezó a perfeccionar dicha técnica realizando diversos ensayos hasta que encontró la mejor manera de falsificación: estampar el molde del billete sobre muselina de enaguas almidonadas. Luego se colocaba la plancha no muy caliente sobre el papel y, para terminar, repasaba los detalles por medio de una pluma de ganso y tinta. Los primeros billetes los utilizó en su vecindario y no tuvo ningún problema.
Mary puso a toda la familia a trabajar en esta industria de la falsificación. El volumen llegó a ser de una magnitud que se resintió la economía de toda la colonia. Cuando John Butterworth compró en 1722 una mansión, las autoridades británicas llegaron a la conclusión de que ellos eran los falsificadores. El 14 de agosto de 1723, Mary Butterwort fue juzgada en Newport (Rhode Island) y, a pesar de contar con el testimonio en contra de su hermano y su cuñada, el tribunal desestimó los cargos por falta de pruebas.
Mary tuvo una larga vida y no se sabe si continuó con sus falsificaciones, de manera discreta. Murió en el condado de Bristol (Massachusetts) el 7 de febrero de 1775.
Fotos: Cortesía ADN
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