EL PERSONAJE: Morayma, esposa de Boabdil, fue la última reina de Granada. No fue un reinado placentero, sino lleno de tristezas e incertidumbres. La larga guerra contra los ejércitos de la reina Isabel I de Castilla y su esposo, el rey Fernando II de Aragón, iniciada en 1482, acabó el 2 de enero de 1492 con la ceremonia de entrega de llaves de la ciudad de Granada a los Reyes Católicos. Se dio por terminada una guerra civil entre culturas con dos religiones diferentes, cristianos y musulmanes, que los vencedores denominaron pomposamente como "La Reconquista", sin tener en cuenta que los supuestamente usurpadores musulmanes llevaban en la Península 800 años, fruto de un flujo migratorio tan natural como el que procedía del norte.
Morayma sufrió la incertidumbre de las continuas partidas de Boabdil a la batalla y la falta de sus hijos Yusuf y Ahmed, retenidos por los Reyes Católicos como rehenes para evitar posibles levantamientos musulmanes, durante 9 años.
Finalmente, los vencedores, en la llamada Capitulación de Granada, concedieron a Boabdil el señorío de Las Alpujarras que estaba formado por varias tahas (distritos administrativos) de Granada y Almería: Berja, Dalías, Boloduy, Laujar de Andarax, Marchena, Juviles, Láchar y Ugíjar. Tras la partida de Boabdil y los suyos a los dominios concedidos y el regreso de su hijo Ahmed, liberado por los Reyes Católicos, no tardó en llegar la muerte de la reina nazarí, en Laujar de Andarax, alrededor del 28 de agosto de 1493. En octubre de ese año, Boabdil, junto a un séquito de 6.320 personas, partió hacia Fez.
El nacimiento del Reino de España, basado en el dominio militar, el expolio de las poblaciones conquistadas y la eliminación del resto de culturas, tanto en la Península como en los territorios del Nuevo Mundo, será la norma en lo que se conoció como el Imperio Español, impregnado del supremacismo castellano y el integrismo del catolicismo más feroz, con instituciones como la Santa Inquisición.
La unión de las coronas protagonizada por los Reyes católicos trajo como consecuencia, en 1492, la expulsión de la comunidad judía, una pérdida irreparable para el país, pues se tradujo en echar a unas 200.000 personas muy trabajadoras y con una rica cultura.
Ese mismo año, España pone la vista sobre los territorios americanos, recién "descubiertos" por Colón y, entre 1492 y 1650 se producirá el exterminio de millones de indígenas, entre violencias y enfermedades como la viruela, con el pretexto de expandir la fe católica. El expolio a estas tierras duró siglos.
No se olvidaron los españoles de los moriscos que se habían refugiado en Las Alpujarras, tras la caída de Granada. La aplicación de la Pragmática Sanción de 1567 obligaba a estas poblaciones a hablar el castellano y entregar sus libros en árabe e incluso les obligaba a "vestir como cristianos". El atropello a los moriscos continuó hasta su definitiva expulsión en 1609, tras ser demonizados, expoliados y masacrados por los famosos Tercios españoles, que no respetaban ni a ancianos, mujeres o niños. El esplendor de la cultura musulmana fue borrado a sangre y fuego.
Siguiendo este breve repaso, no hay que olvidar lo que sucedió en Amberes (Flandes) entre el 4 y el 7 de noviembre de 1576 , cuando los Tercios se dedicaron a perseguir y asesinar a la población civil desarmada de la manera más brutal, causando la muerte de alrededor de 10.000 víctimas, un 10% de la población.
Otros momentos brillantes de la historia de España fueron la persecución y el exterminio de gitanos que se inició en 1749, ordenada por el rey Fernando VI y el Marques de la Ensenada en lo que se conoció como "Gran redada" o "Prisión General" y que causó más de 12.000 víctimas.
Con respecto al trato que dio España a los ciudadanos cubanos en su lucha por la independencia, este tuvo su culminación con la actuación del general Valeriano Weiler, a quien se atribuye la invención de los campos de exterminio, aunque el término utilizado fue "reconcentración", y por el que se obligó a entrar a la población civil a los campos, tras el bando dictado el 21 de octubre de 1896, sin permitir que llevaran víveres o fueran alimentados desde el exterior, con un saldo de 300.000 personas asesinadas por causa de hambre y enfermedades. Según palabras de Weiler:
"¿Dice usted que los reconcentrados mueren da hambre? Precisamente para eso lo hice."
Corresponde a España el "honor" de ser el primer país en bombardear a la población civil con gases tóxicos (cloropicrina, fosgeno e iperita) desde aviones y cañones, entre 1921 y 1927, en el seno de las Guerras del Rif (1909-1927) en un intento desesperado de España de restablecer un imperio colonial. Dicho armamento estaba prohibido por el tratado de Versalles y por el Protocolo de Ginebra, firmados tras la I Guerra Mundial.
Del siglo XX hablaremos otro día: golpe de estado fascista, dictadura, "transición", dictadura constitucional y los jueces por encima de la voluntad popular. Y del siglo XXI qué decir: involución, represión, presos políticos y el fomento por políticos y prensa del anticatalanismo que culminó con los "a por ellos", las agresiones a la población civil el 1 de octubre de 2017 y la invención del artículo 155 forzando y retorciendo la Constitución, en fin...
BIOGRAFÍA: Morayma nació en Loja (Reino de Granada) en 1467, siendo su padre, Aliatar, señor de Xagra, alcaide de Loja, primer mayordomo de la Alhambra y alguacil mayor del Reino de Granada.
Con 15 años de edad contrajo matrimonio con Abu 'Abd Allah Muhammad b. 'Ali, más conocido como Boabdil, que fue el último rey nazarí.
Boabdil se encontraba en lucha contra los cristianos, contra su padre Muley Hacen y contra su tío El Zagal. Su madre, Aixa, ofendida por haber sido abandonada por Muley, desarrolló un gran odio y empujaba a Boabdil contra su padre.
Tras la batalla de Lucena (Córdoba), en 1483, en la que Boabdil fracasó en su intento de tomar la ciudad de Lucena y fue capturado por los cristianos. Fernando II de Aragón liberó a Boabdil con la condición de entregar a sus hijos Ahmed y Yusuf en custodia. Morayma no volvería a ver a Ahmed hasta 1493.
Las Capitulaciones de Granada fueron firmados el 25 de noviembre de 1491 y ponían fin a la Guerra de Granada. Boabdail "el Chico" renunció a la soberanía nazarí del Reino de Granada, en favor de los Reyes Católicos, que a su vez garantizaron los derechos de la población musulmana, su libertad religiosa y compensaciones por la rendición. Como señor de La Alpujarra, Boabdil se instaló en Laujar de Andarax durante el verano de 1493. Morayma tuvo que suplicar a los Reyes Católicos que le devolvieran a sus hijos. Sólo le fue devuelto Ahmed, convertido en un perfecto desconocido tras 9 años. Yusuf había muerto lejos de casa.
Morayma murió en Laujar de Andarax en septiembre de 1493, quizás enferma por causa de tantas penas y desdichas. Fue sepultada en Mondújar y Boabdil partió para Fez, donde nunca más contrajo matrimonio.
Fotos: Dominio público (Wikimedia Commons)
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