EL PERSONAJE: Jeanne Hébuterne fue una pintora francesa cuyo enorme talento quedo eclipsado por su relación con Modigliani. Convertida en su modelo, amante y esposa, vivió una vida miserable hasta que la incapacidad de soportar la muerte de su amado, provocó su suicidio. En su tumba figura el siguiente epitafio: "Compañera devota hasta el sacrificio extremo"

La vida puede cambiar en unos segundos. En marzo de 1917, una prometedora e ilusionada Jeanne estudiaba en la Académie Calarossi cuando coincidió con Amadeo Modigliani, que solía ir a este lugar para "captar" a jóvenes que hiciesen de modelos desnudas. Cuando vio a la bella Jeanne, se activó su instinto cazador. La peor decisión de Hébuterne fue fijarse en el pintor, del que quedó enamorada con la intensidad de los flechazos. Lo amó incluso cuando tuvo que soportar borracheras, hambre, frío, infidelidades y enfermedades. Incluso fue capaz de dar en adopción a su hija porque al estar con él, no podía mantenerla. Y la familia, a mi juicio, cometió el error de quitarle la asignación económica.

Hoy en día, los cuadros de Modigliani en los que representó a su musa se cotizan a unos precios increíbles, convirtiendo a Jeanne Hébuterne en un mito. Amable, tímida, tranquila y amante de la música le gustaba diseñar ropa de estilo oriental, y vestirse con turbantes exóticos, botas y una capa. El escultor Léon Indebaum la describía como:
"Una joven tenaz, con personalidad y sustancia. Su alma era hermosa. Era guapa, a su manera delicada, en modo alguno tímida, pero sí algo secreta, orgullosa, recta. Era buena, etérea, delicada, pero no enfermiza"
BIOGRAFÍA: Jeanne Hébuterne Tellier nació en Meaux (Francia), el 6 de abril de 1898, siendo sus padres Eudoxie Anaïs Tellier y Achille Casimir Hébuterne, contable en los famosos grandes almacenes Le Bon Marché.
Fue su hermano André Hébuterne, que quería ser pintor, quien introdujo a Jeanne en el ambiente artístico de Montparnasse. Decidida a dedicarse a la pintura, se inscribió en la Académie Colarossi. No tardó en conocer a Amadeo Modigliani, que iba a la Academia para utilizar las modelos que posaban desnudas para los diferentes ejercicios de dibujo. El pintor italiano la enamoró instantáneamente y no tardó en irse a vivir con él a su taller en Montparnasse, a pesar de la oposición total de la familia.
Su padre le quitó la asignación pues se daba cuenta de que un pintor pobre, borracho y vicioso era lo peor que le podía pasar a su hija. También hay que tener en cuenta que la familia era profundamente católica y Modigliani era judío de origen sefardí. Jeanne se convirtió en la musa casi obsesiva del pintor italiano.
En 1918 se mudaron a la Riviera francesa, concretamente a Niza, con la intención de vender cuadros a los ricos que pasaban el invierno en la zona. Sin ningún interés en su obra, Modigliani se iba refugiando cada vez en el alcohol y en la vida desordenada, lo que no favorecía nada la evolución de la tuberculosis avanzada del pintor.

El 29 de noviembre de 1918, Jeanne dio luz a una hija, que también se llamó Jeanne y que fue entregada a una institución por no verse capaz de cuidarla. Hay que tener en cuenta que vivían en la indigencia hasta el punto de que, a veces, tenían que quemar los lienzos para poder calentarse. Modigliani murió el 24 de enero de 1920 por causa de meningitis tuberculosa. Dos días después, el 26 de enero, Jeanne Hébuterne, embarazada de nueve meses, saltaba al vacío desde la ventana de su habitación de casa de sus padres en París, una 5ª planta. Hébuterne dejó pocas obras pero en ellas se ve que tenía un gran talento y mucho potencial, como puede verse en el retrato de Modigliani y el autorretrato que realizó.
Fotos: Oficial site Jeanne Hébuterne
EL PERSONAJE: Marina Popovich fue una piloto de pruebas rusa ampliamente distinguida con condecoraciones como la Orden de la Bandera Roja o la Orden de la Estrella Roja. Apodada "Madame MIG", era coronel de la Fuerza Aérea Soviética (VVS). En 1961 era la única piloto de pruebas de primera clase y, tres años más tarde se convirtió en la primera mujer rusa en romper la barrera del sonido pilotando un MIG-21 y alcanzando 2.320 km/h. Durante su brillante carrera, de casi 6.000 horas de vuelo, pilotó alrededor de 40 clases de aviones y helicópteros, estableciendo un total de 102 récords.

Tras la el desmoronamiento de la URSS, en 1991, Popovich decidió hacer pública las experiencias de los pilotos soviéticos en relación con los OVNIS, de los que había documentados unos 3.000 avistamientos. Archivos de la KGB y de la VVS contenían información sobre cinco OVNIS que se habían estrellado en diferentes lugares: Tunguska, Novosibirsk, Tallin, Ordzhonikidze y Dalnegorsk y de los restos de las naves recuperados. En 2003 publicó un libro titulado "UFO Glasnot".
Según Marina Popovich, la razón por la que los gobiernos niegan la existencia de extraterrestres es porque, si saliera a la luz la verdadera historia del planeta, se derrumbaría el sistema de creencias que rige el mundo y el poder que se sustenta en ellos. Tampoco interesa que se conozca la existencia y el funcionamiento de las numerosas fuentes de energía no contaminantes, cuya utilización, hundiría el sistema económico mundial actual basado en el petróleo. Popovich manifestaba:
"Existieron contactos en el espacio entre cosmonautas y seres de otros mundos. Estoy convencida de que pronto sucederá algo en el planeta que obligará a estos seres a presentarse masivamente en nuestro mundo para ayudarnos; y este será el suceso más importante de la historia moderna"
BIOGRAFÍA: Marina Lavrentievna Vasiliyeva nació en Leonenki, distrito Velizhsky (Oblast de Smolensk, URSS) el 20 de julio de 1931.
Su familia fue trasladada a Novosibirsk ante la invasión alemana iniciada el 22 de junio de 1941.
A pesar de tener muy claro que quería volar, tras la II Guerra Mundial, la URSS prohibió a las mujeres volar como pilotos de combate. Pero eso no desanimó a Marina que, con 16 años y haciendo creer que tenía 22, escribió una carta al mariscal Kliment Voroshilov solicitando su ingreso en alguna escuela de vuelo. Gracias a Voroshilov fue admitida en el Novosibirsk Aviation Technicum.
Tras graduarse en 1951 trabajó como ingeniera y enseñando a pilotar hasta que, en 1962 fue seleccionada para convertirse en cosmonauta. Finalmente no resultó elegida (lo fue Valentina Tereshkova) pero sí su marido, Pavel Popovich, que logró formar parte de la misión VOSTOK 4. En 1963, Marina era piloto de la Fuerza Aérea Soviética (VVS) y, al año siguiente fue nombrada piloto militar de pruebas.
El 10 de junio de 1964 logró romper la barrera del sonido pilotando un MIG-21. Tras divorciarse de Pavel, contrajo matrimonio con Boris Alexandrovich Zhikhorev. Marina tuvo dos hijas: Oksana Karlova y Natalya Bereznaya. En 1978 pasó a la reserva militar con el grado de coronel y trabajó como piloto de pruebas para ANTONOV. Se retiró en 1984.
Otra faceta de Popovich fue su labor como escritora, con nueve libros y algunos guiones.
Llegó a ser miembro de la Unión de Escritores Rusos. Marina Popovich murió en Krasnodar (Rusia), el 30 de noviembre de 2017.
Fotos: Dominio público (Wikimedia Commons)
EL PERSONAJE: Cristina fue reina de Suecia y también una mujer poco convencional. Para empezar, llegó al trono a los 6 años de edad, algo que la acostumbró a tener poder desde muy joven. Su padre, Gustavo II Adolfo hubiera preferido un hijo, pero no se desanimó y proporcionó a su hija una educación completa como si fuera un hombre, sin olvidar las armas de fuego, la equitación o la esgrima. Cristina era una mujer extraordinariamente culta e inteligente, a la que le gustaba mucho transgredir las normas.
En cuanto a su aspecto físico, decir que no era una mujer agraciada, lo que provocó el rechazo de su madre, María Leonor de Brandeburgo, quien era una belleza y una nulidad intelectual. Cristina acabó rechazando los cánones de belleza femenina, así como las joyas, los lujos y los vestidos. Su comportamiento masculino y su negativa a casarse y tener hijos favoreció los rumores de su homosexualidad. En este sentido manifestaba:
"Las monjas y las mujeres casadas son igualmente infelices, pero de distinta forma"
Su pasión era el estudio y el conocimiento lo que proporcionaba una sensación de superioridad y, en muchas ocasiones, no aceptaba consejos de nadie. Compraba numerosas obras de arte y poseía una de las bibliotecas más completas de Europa. Pronto fue perdiendo interés por los asuntos de Estado así que, con 28 años decidió abdicar. Abandonó el protestantismo para hacerse católica y empezó a viajar por las cortes europeas fijando, finalmente su residencia en Roma, la cuna del arte. Como todos los amantes del conocimiento, Cristina siempre tuvo un principio:
"Es necesario tratar de superarse siempre; esta tarea debe durar toda la vida"
BIOGRAFÍA: Cristina nació en el Castillo Tre Kronor (Estocolmo, Suecia), el 18 de diciembre de 1626, siendo su padre Gustavo II Adolfo de Suecia y, su madre, María Leonor de Brandeburg, de la dinastía alemana Hohenzollern. Cristina pertenecía a la dinastía de los Vasa.
Durante la Guerra de los Treinta Años, el rey murió en la Batalla de Lützen el 6 de noviembre de 1632 así que, poco antes de cumplir los seis años Cristina se convirtió en reina de Suecia, actuando como regente el canciller Oxenstierna. Éste se preocupó de su educación y de separarla de su madre por razones de Estado.
Colaboraba en la educación de Cristina el obispo Johannes Mattiae Gothus que además de teología se ocupó del lado humanístico. Con 16 años participaba en las reuniones del Consejo del Reino y, al cumplir los 18, empezó a asumir de manera gradual las funciones del canciller Oxenstierna. El 17 de octubre de 1650 tuvo lugar la coronación de Cristina en Estocolmo.
Su reinado se caracterizó por fomentar la cultura, la sabiduría y el arte y no dudó en comprar obras de arte, o en rodearse de artistas e intelectuales europeos a los que ofrecía su patrocinio.
Destacan la presencia en la corte del filósofo René Descartes, el pintor Sébastien Bourdon, el jurista Hugo Grocius, el escenógrafo Antonio Brunati, el médico francés Pierre Bourdelot y los diplomáticos Pierre-Héctor Chanut y Antonio Pimentel de Prado, con los que desarrolló una gran amistad.
Cristina no aceptó las exigencias del Consejo del Reino sobre un matrimonio para asegurar la dinastía. En febrero de 1654 la Reina anunció su intención de abdicar y, el 6 de junio de 1654, en el castillo de Upsala, la reina se despojó de las insignias reales, asumiendo la corona su primo que sería Carlos X Gustavo. Se le otorgaron unos ingresos que percibiría hasta su muerte. Cristina partió para Hamburgo y, a continuación a Amberes y Bruselas.
Tras unos meses bajo la protección de Felipe IV, en la Navidad de 1654, Cristina anunció su cambio de fe del protestantismo al catolicismo. El Papa Alejandro II aceptó que se instalara en Roma. La noticia de su cambio de fe no fue entendida en Suecia, donde su padre, Gustavo II Adolfo, había muerto luchando contra el catolicismo durante la Guerra de los Treinta Años.
Cristina, deslumbrada por la cultura romana, visitó iglesias, colegios, museos y bibliotecas. El Papa encargó al cardenal Decio Azzolini de su asesoramiento y entre ellos surgió una fuerte amistad. Cristina apoyó las tendencia política del cardenal, a favor de una mayor independencia política del Vaticano con respecto a las influencias española y francesa. Cristina organizó su propia corte, en la que invitaba a las más poderosas familias romanas a sus veladas culturales.

El 10 de noviembre de 1657, durante una estancia en el palacio de Fontainebleau (Francia), ordenó ejecutar a Giovanni Rinaldo, marqués de Monaldeschi, uno de sus cortesanos, al descubrir que la espiaba. Este acto le provocó un gran desprestigio y, a su regreso a Roma en febrero de 1658 fue recibida con frialdad, aunque Azzolini intentó ir mejorando su imagen. En esta ocasión Cristina se instaló en el Palacio Farnesio y, más adelante en el palacio Riario pues tenía problemas financieros pues no era suficiente lo que recibía de Suecia con respecto a sus gastos culturales. Visitó Suecia en 1660, a la muerte de Carlos X Gustavo, y en 1668, Cristina recibió apoyo económico de los Papas Clemente IX y Clemente X para su labor cultural.

La llegada al papado de Inocencio XI en 1676 significó el fin del apoyo económico a Cristina. El 13 de febrero de 1689, Cristina sufrió un desmayo. Su estado empeoró rápidamente y, la exreina murió en Roma el 14 de abril de 1689, acompañada en su lecho de muerte por su fiel amigo, el cardenal Azzolino. En contra de sus deseos, Inocencio XI le dio un funeral de Estado.
Fotos: Dominio público (Wikimedia Commons)