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Eso es lo que ocurrió en el nº 29 de la calle Ponent de Barcelona. Una vecina llamada Claudia Elías se fijó en que, a través de una ventana del entresuelo 1ª, se veía la carita de una niña.
Una niña que no había visto nunca y que le hizo pensar que pudiera ser la pequeña desaparecida Teresita Guitart.
Tales "remedios medicinales" consistían en pomadas, cataplasmas y pociones que vendía a la clase alta de Barcelona, con grandes beneficios.
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No le fue bien y empezó a dedicarse a la prostitución tanto en el puerto como en el Portal de Santa Madrona.
En 1895 contrajo matrimonio con Juan Pujaló, pintor de profesión. El matrimonio, que no tuvo hijos, estuvo plagado de peleas y reconciliaciones debido, sobre todo, a que ella no abandonó su relación con las casas de prostitución.
Enriqueta se dedicaba durante el día a la mendicidad, vestida con ropas andrajosas y llevando niños de la mano para ablandar corazones. También se dedicaba a la prostitución. Otra de sus actividades consistía en ponerse lujosos vestidos para ofrecer como proxeneta a niños a personas de clase acomodada de la burguesía Barcelonesa.
También ofrecía sus servicios como curandera vendiendo productos y remedios fabricados por ella misma, para curar enfermedades como la tuberculosis. Para fabricar sus remedios utilizaba, como materia prima, diversas partes de los niños que asesinaba, una vez los había utilizado como proxeneta.
Sus actividades terminaron cuando, el 17 de febrero de 1912, su vecina Claudia Elías sospechó que Enriqueta había secuestrado a Teresita Guitart Congost. La policía, pretextando una denuncia por posesión de gallinas en el piso, entró en la casa y encontró a dos niñas: Teresita y Angelita. Fue esta última la que narró como Enriqueta había asesinado a un niño de 5 años, Pepito, en la cocina. Enriqueta fue enviada a la prisión Reina Amalia, en la Ronda de San Pablo.
En el piso se encontró un saco con ropa ensangrentada, otro saco con pequeños huesos humanos, otros potes con restos humanos, sangre coagulada, huesos en polvo, cabellos. Ampliando él radio de búsqueda, encontraron más restos humanos en otra casa de San feliu de Llobregat, también propiedad de Enriqueta.
Enriqueta Martí nunca fue juzgada, ya que murió asesinada por otras presas el 12 de mayo de 1913. No se sabe cuanto niños llegó a asesinar.
Foto nº 1: Dominio público (Wikimedia Commons), Fotos nº 2 y 7: Cortesía lavanguardia, Fotos nº 3 y 5: Cortesía taringa, Foto nº 4: Cortesía de Miguel Reina, Foto nº 6: Cortesía comentariosdelibros, Fotos nº 8 y 9: Cortesía de la murderpedia
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